Por fin ha llegado el viernes, unos cuantos amigos te han invitado a una noche en la ciudad para empezar el fin de semana. Puede que no te lo pienses dos veces a la hora de pasar la noche saliendo a beber con tus amigos, pero deberías plantearte eliminar de tu vida el consumo excesivo o rutinario de alcohol por multitud de razones. ¿Has pensado alguna vez en las implicaciones que la bebida puede tener para tu mente y tu cuerpo a largo plazo? Tenga en cuenta las 4 razones siguientes antes de comprar una bebida.
Razón 1: Inestabilidad emocional
El alcohol está clasificado como un depresor. Los depresores reducen la actividad del cerebro debido a los altos niveles de neurotransmisión. Puede alterar el equilibrio químico del cerebro. El consumo habitual de alcohol disminuye la serotonina -la «sustancia química de la felicidad»- en el cerebro, lo que podría conducir a la depresión. Las investigaciones demuestran que el consumo de alcohol provoca un aumento de la impulsividad y el comportamiento irresponsable. En casos extremos, las personas pueden utilizar el alcohol para hacer frente a la situación. El alcohol puede realmente sesgar su juicio de una situación al reducir su percepción.
Razón 2: Aumento de peso
El alcohol aumenta los antojos y estimula la alimentación excesiva. Muchas personas se conforman con comida rápida de baja calidad de un drive thru después de una noche de copas. Las bebidas mezcladas que contienen zumos de frutas tienen un alto contenido de azúcar: su cintura se verá afectada. Si quieres beber, intenta evitar las mezclas. Opte por la forma pura.
Razón 3: Acelerar el envejecimiento
El alcohol es perjudicial para la salud interior y exterior de tu cuerpo. Deshidrata tu cuerpo; la hidratación es clave para una piel joven y luminosa. El alcohol acelera el proceso de envejecimiento al inducir ojos hinchados, arrugas, sequedad de la piel y mucho más. Si quieres seguir teniendo un aspecto joven y vibrante, es mejor que no bebas a menudo.
Razón 4: Destrucción del sistema inmunitario
El alcohol está clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como carcinógeno del Grupo 1. Libera toxinas nocivas en el organismo que pueden dañar el ADN y las proteínas. Además, los investigadores relacionan el alcohol con un mayor riesgo de cáncer de hígado, colon y recto.