La vida está llena de un sinfín de decisiones diarias. Qué comer, dónde salir, qué champú elegir, qué aplicación descargar. Parece que te bombardean con decisiones constantemente. Entonces, ¿cuál es el sistema en el que basas tu proceso de toma de decisiones y cuán efectivo es para crear la vida que deseas? Algunas decisiones son más serias que otras, pero todas se acumulan y dan forma a tu realidad actual.
Digamos que tu objetivo de salud es perder 2 kilos en 3 meses. Lo más probable es que tus decisiones sean el factor determinante entre tu éxito o tu fracaso en este empeño. Por eso es tan importante tomar decisiones basadas en el razonamiento lógico y no en las emociones reactivas.
Las emociones se conocen comúnmente como «energía en movimiento». A veces, puede parecer que tu mente y tu corazón están enfrentados.
1. Ponga en pausa el momento
Es vital hacer una pausa en el momento y dejarse llevar por la emoción y observarla. Es vital retrasar el tiempo entre tu respuesta emocional y tus instintos de acción o decisión. Cuando una emoción surge por primera vez, es extremadamente poderosa, pero su poder disminuye a medida que pasa el tiempo para que puedas pensar con más claridad.
2. Necesidad vs. Deseo
Las empresas gastan millones de dólares en publicidad para nosotros, los «consumidores», porque saben que la mayoría de los estadounidenses basan sus gastos en las emociones. Determina lo que necesitas frente a lo que quieres. Lo que necesitas es una necesidad que te llevará más lejos en la vida, mientras que lo que quieres es un deseo que suele provenir de tu subconsciente.
3. Medita
La meditación es una forma excelente de aumentar la calma y la serenidad. Tómate 20 minutos al día para sentarte en silencio y respirar profundamente mientras observas todas las emociones que surgen. Haz de esto una práctica diaria y notarás cambios en tu forma de responder a las situaciones.