El agua, a menudo venerada como el «elixir de la vida», es el elemento básico detrás de toda nuestra existencia, pero muchas personas no beben lo suficiente. Como regla general, los hombres deben beber alrededor de 104 onzas de agua al día y las mujeres deben beber alrededor de 72 onzas. Agregue de 8 a 12 onzas adicionales si hace ejercicio, vive en un clima más cálido, a una altura de más de 8,200 pies sobre el nivel del mar o si está enfermo, ya que la fiebre, los vómitos y la diarrea pueden hacer que el cuerpo pierda más líquidos y, por lo tanto, se deshidrate.
Además de simplemente mantener sus funciones corporales, beber más agua puede mejorar enormemente su nivel de salud de muchas maneras. Beber agua puede ayudar a su cuerpo a deshacerse de los desechos a través de la orina, el sudor y las deposiciones. El agua también elimina las toxinas de su cuerpo de la misma manera. El agua también ayuda a la piel a mantener la elasticidad y reducir los efectos no deseados del envejecimiento.
El agua también se puede utilizar como herramienta para perder peso. El agua es un supresor natural del apetito, por lo que es una gran adición a su régimen de pérdida de peso. A menudo, cuando tu cuerpo te dice que tiene hambre entre comidas, realmente te estás deshidratando. Beba un vaso de agua y la sensación generalmente desaparecerá. El agua también puede ayudar a reducir la ingesta calórica diaria. Simplemente sustituya por un vaso de agua en cualquier momento en que normalmente elija refrescos, jugos u otra bebida azucarada.
Beber mucha agua ayudará a que su cuerpo se sienta con energía y reducirá la sensación de fatiga. El cerebro está compuesto por un 90 por ciento de agua, por lo tanto, cuanta más agua beba, mejor funcionará su cerebro. La hidratación adecuada también protege al cuerpo contra enfermedades y dolencias. Se ha demostrado que las personas que beben mucha agua tienen un menor riesgo de contraer gripe, cáncer e incluso ataques cardíacos. El agua potable también puede ayudar a aliviar y prevenir dolores de cabeza, migrañas, calambres, esguinces y dolores de espalda. Los dolores y molestias corporales suelen ser causados por la deshidratación. Beber agua antes y durante el ejercicio ayuda a aumentar la elasticidad muscular y lubrica las articulaciones.
Sin embargo, existen algunos riesgos asociados con beber demasiada y muy poca agua, así que controle cuidadosamente su consumo. Beber muy poca agua conduce a la deshidratación, lo que puede provocar cambios de humor, confusión, estreñimiento e incluso cálculos renales. Por otro lado, beber demasiada agua puede diluir el nivel de electrolitos en la sangre. Esto es peligroso y puede provocar una afección llamada hiponatremia. Los síntomas de la hiponatremia incluyen fatiga, confusión, náuseas, cambios de humor, espasmos musculares, convulsiones e incluso coma. Por eso es increíblemente importante asegurarse de beber la cantidad adecuada de agua para su cuerpo y las condiciones mencionadas anteriormente.